Tu web sabe a quemado (y no es culpa de la plantilla)
Tengo varias frikadas confesables: los perros, la estrategia digital… y el café.
Pero café de verdad, del que huele a hogar y a ritual, del que haces en una italiana, sin prisas. Y aunque pueda parecer raro, muchas veces, cuando me preguntan por qué su web no vende, pienso en el café.